viernes, 4 de diciembre de 2009

Recuerdos de Sangre en La California

Al principio de este trimestre. Como señal de buen augurio en todos los trimestre debo empezar a leer un libro. Estadísticamente los trimestres que no comenzaba a leer un libro de verdad me iban mal. Yo se que no tiene nada que ver con augurios y de más cosas; pero a mi me gusta creer que si.

En fin, desde hace un año vengo leyendo una larga serie de tratado ficticios sobre vampiros. He leído parte de las crónicas vampíricas de Anna Rice (Entrevista con el Vampiro, Lestat el Vampiro, La Reina de los Condenados, Sangre y Oro) acá decidí parar y leer el motivo de todos estos vampiros entonces leí Dracula de Bram Stoker.
Y allí cuando iba a leer la Condesa Sangrienta. Me ladille de los vampiros llevaba ya año y medio leyendo sobre ellos. Ojo todos los libros que menciono son buenísimos y super interesantes. Entonces decidí el trimestre pasado empezar a leer los libros de La Materia Oscura de Philip Pullman ellos son: Las Luces de Norte (La Brújula Dorada), La Daga y El Catalejo Lacado.... Uy libros altamente recomendado a los fanáticos de Harry Potter. Los libros tiene un contenido dual de la religión artesanalmente mezclado con la fantasía muy, pero muy, arrecho. Leanlo!

Entonces hace unos semana termine el tercer libro de Pullman, y sin nada que leer. Retome a mi viejos vampiros, los de Anna Rice para ser precisos. Ya que también deseo leer los de Mayers. Pero bueno, comencé a leer El Ladrón de Cuerpos. Es una historia complicada, bastante homosexual al estilo de Rice. El amor de un vampiro que a pesar de ser un androgeno, un ser abstracto sin sexualidad. Tiene cuerpo de hombre y se enamora de un ser humano, hombre también.

En fin, ayer tuve un día fuera de los temas de la universidad porque tuve que ir al INTTT la oficina de La California para gestionar unos documentos. Llegue a las 8 am y era el numero 158 y salí de allí a las 3.15 pm. Imaginence la cantidad de pagina que leí de El Ladrón de Cuerpo. Casi 200!!! Eso considerando que leo lento y que las descripciones de Rice sobre la belleza de Lestat o como Lestat veía lo bello de David Tabot son largas y si el libro no te gusta tediosas.

Si hacemos los cálculos estuve 7,15 horas sentado leyendo. y Leí exactamente 197 paginas. Es decir leí 1 pagina cada 2,17 minutos. Lento verdad!? Menos mal que me deleita leer Anne Rice.

En fin. Ayer fue un día perdido académicamente pero me sirvió cogerle el hilo a los vampiros otra vez.

Namárië
Gil-lom

martes, 1 de diciembre de 2009

1 De Diciembre

Uy tanto recuerdos. Tantas memorias. Tantos gritos de: "Yumer deja de mover esa vaina que te atrofia el cuerpo y ven a ayudarme con el arbolito..." Esas eran las clásicas palabras de mi santa madre.

Y a lo que ella se refería era al un juego de N64 (Nintendo 64) llamado Castlevania 64. Muy buen juego, la eterna batalla entre la familia Belmont y el Conde Drácula.

Recuerdo que esa navidad, mi padre me adelanto el traido de niño Jesús (como dice mi mamá), ya que fue un acuerdo mutuo. Fue a la isla (Margarita) lo compro antes de tiempo y me lo dio un primero de diciembre. El traido era un N64 y el juego que venia en el paquete que mi padre compro era Castlevania 64.
Recuerdo el sonido del violín de la escena intro.

Este post, esta inspirado porque este día es el 8vo año desde entonces y hace rato entre la neblina y el frío. Un aroma peculiar en el aire me trajo el recuerdo del juego. El aroma de la hayaca, me trasporto hasta hace 8 años. Escuchando los regaños de mi mama y jugando Castlevania.

Es tema de este post, es la asociación de imágenes que hacemos. Que locura debe ocurrir en mi cerebro para relacionar la navidad recuerdos de felicidad con la historia del conde Drácula. Son como las "Magdalenas" de Marcel Proust.

En este caso, en un pequeño cubículo del algún laboratorio de la universidad, A mi regresa este frío, esta neblina, este aroma a hayaca y los regaños de mi madre. Añoranza de unos tiempos mas inocentes y mas tranquilos, que paradójicamente estan asociados con Castlevania 64. Que loco no?

Pasen un feliz diciembre.
Namárië
Gil-lom